martes, 25 de diciembre de 2007

de nuestra actitud depende nuestra seguridad

la mejor seguridad es el comportamiento que tenemos los ciudadanos en diversos ambitos,no importando en que Pais estemos el riesgo siempre estara presente,la experiencia me dice que no hay que vivir alarmados pero si alertados mas del 90% de accidentes de transito,accidentes en general asi como delitos hubieran podido ser evitados,si las victimas hubieran actuado pensando en prevencion hay ambitos asi como Ciudades donde debemos tener mucho mas cuidado por ejemplo,los cajeros automaticos,al cambiar dolares en la via publica,por la noche en lugares poco transitados o no respetar las normas de transito cuando manejamos,excedemos la velocidad permitida,tomar bebidas alcoholicas y conducir es una combinacion fatal...........no olvidar que los delincuentes esperan cualquier error del ciudadano para sacar ventaja,evitemos darle una oportunidad

1 comentario:

Unknown dijo...

Mi querido César:

Es cierto, desde hace 5 años no ha vuelto a ocurrir un secuestro tan publicitado como el de Luis Guillermo, pero día a día, en San Juan de Lurigancho, Carabayllo, Villa María del triunfo y demás distritos de nuestra gran urbe, niños, jóvenes y empresarios son secuestrados, plagiados y muchas veces asesinados por hampones y sicarios a sueldo.

Con esto no quiero ser trágico ni decir que las cosas no tienen remedio. Saludo tu iniciativa, y estoy seguro que –muy aparte del éxito mediático de tu campaña- los esfuerzos desplegados por los mentores esta cruzada tuvieron mucho que ver con la liberación de Luis Guillermo.

El caso es que es muy fácil hacer de un niño-blanco-clase media-del Villa Cáritas, un mártir del pueblo. En tu comentario no dices nada respecto aquellos que murieron en la lucha interna de la década pasada, y que menciono desde el principio en mi artículo. Lamentablemente, si a los medios les interesara tanto el secuestro de un joven “bien” como el de cualquier poblador de la sierra que es despojado de sus tierras, que es amenazado y explotado, otro sería nuestro país. Creo que si todos entendiéramos nuestra realidad y reflexionáramos un poco sobre los constantes maltratos que sufren los menos favorecidos, nos veríamos obligados a andar con el lacito amarillo todos los días durante mucho, mucho tiempo.

Edmir Espinoza